El reloj


Estropeado,
olvida minutos
no acumula segundos
ya no le quedan mediodías.

No le giran las ruedas
¿Y los días?
No le importan
Ya no le late el pulso.

Si te fijas
le tiembla el minutero,
como en las manos al borracho,
la siguiente copa.

Mi reloj estropeado
no sirve para nada.

Sin embargo.

Es de latón dorado,
cadena para atarse a la cintura,
relieves florares en su tapa
e inscripción con fecha en el reverso.

Tiene ruedas en un lado
dos piedras preciosas y,
para darle cuerda,
una llavecita.

Es bonito
mi reloj estropeado.

Sin duda está muerto.
Bonito y muerto.
Anclado en un momento.
Un muerto.

¿Sirve para algo un muerto?

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